La psicología tiene varios enfoques, cada uno de los cuales tiene una concepción diferente del ser humano. Estos enfoques, llamados “escuelas” en psicología, son también formas de entender la conducta del ser humano. Se puede decir que hay cuatro grandes escuelas principales en la psicología, cada una de las cuales ha hecho grandes aportes.
La primera de estas escuelas es la “Gestalt”. La idea central de esta escuela es que no son los elementos individuales de la mente los importantes, sino la “gestalt”, es decir la forma o configuración que tienen estos elementos. Por ejemplo, cuando vemos un árbol frondoso, la mente percibe mucho más que una mera combinación de manchas de luz, sombra, colores y formas separadas. Los gestaltistas mantienen que el todo es más que la suma de las partes, un punto de vista que tuvo un especial impacto en el estudio de la percepción, y aun hoy día en la teoría general de sistemas y del trabajo en equipo.
En relación a la persona, la Gestalt piensa que las personas funcionan como organismos totales. Cada persona tiene rasgos positivos y negativos, que debe reconocer para aceptarse a sí misma. La meta de la gestalt es que la persona logre la conciencia, la integración, la autorregulación, y la autenticidad. Promueve el vivir en el “aquí y ahora”. Su máximo exponente fue Fritz Perls, quien desarrolló una interesante concepción del ser humano y promovió una línea de terapia de gran influencia.
El psicoanálisis, creado y desarrollado por Sigmund Freud, es otra de las escuelas, quizás la más conocida. El psicoanálisis aportó el concepto de ‘inconsciente’, que tuvo una enorme repercusión en la psicología y en todas las ciencias del espíritu. El psicoanálisis postula que hay fuertes impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual, que influyen en el comportamiento humano. Descubrió que estas tendencias son inconscientes y que crean conflictos entre el individuo y las normas sociales. El psicoanálisis fue también la primera escuela que comenzó a estudiar los sueños.
Además de ser un enfoque sobre el ser humano y su conducta, el psicoanálisis es también una forma de psicoterapia, cuya meta es que la persona comprenda sus impulsos inconscientes, y al comprenderlos gane en comprensión y libertad para actuar.
Casi en oposición al psicoanálisis, está el conductismo. El conductismo plantea que no vale la pena investigar lo que la gente ve o siente ni tampoco cómo piensa ni por qué, porque eso no sería científico, ya que no puede medirse en un laboratorio. Por lo tanto la escuela conductista se concentra en las conductas que sí se pueden observar, y por tanto medir. Ha hecho enormes aportes al aprendizaje, y también ha creado una serie de técnicas para terapia, que son de amplia aplicación.
Finalmente, la cuarta escuela de psicología es la humanista, cuya influencia va en aumento. La corriente humanista se ha preocupado más del interior del ser humano y de su potencial, y hace su trabajo especialmente con personas “normales”. Pone énfasis en la responsabilidad y el sentido de la vida, el crecimiento personal, la motivación, etc. Su principal exponente fue Abraham Maslow; de esta corriente derivan conceptos hoy tan comunes como autorrealización y desarrollo personal. Ha influido enormemente en la educación, las empresas, así como en la literatura de superación y autoayuda.
Pese a sus diferencias -como se desprende de este análisis-, cada una de estas escuelas ha contribuido a la comprensión del hombre y su conducta, y ha entregado también herramientas y elementos que permiten facilitar la vida, y acercarnos por lo tanto a un modo más sano de funcionar. HBC
La primera de estas escuelas es la “Gestalt”. La idea central de esta escuela es que no son los elementos individuales de la mente los importantes, sino la “gestalt”, es decir la forma o configuración que tienen estos elementos. Por ejemplo, cuando vemos un árbol frondoso, la mente percibe mucho más que una mera combinación de manchas de luz, sombra, colores y formas separadas. Los gestaltistas mantienen que el todo es más que la suma de las partes, un punto de vista que tuvo un especial impacto en el estudio de la percepción, y aun hoy día en la teoría general de sistemas y del trabajo en equipo.
En relación a la persona, la Gestalt piensa que las personas funcionan como organismos totales. Cada persona tiene rasgos positivos y negativos, que debe reconocer para aceptarse a sí misma. La meta de la gestalt es que la persona logre la conciencia, la integración, la autorregulación, y la autenticidad. Promueve el vivir en el “aquí y ahora”. Su máximo exponente fue Fritz Perls, quien desarrolló una interesante concepción del ser humano y promovió una línea de terapia de gran influencia.
El psicoanálisis, creado y desarrollado por Sigmund Freud, es otra de las escuelas, quizás la más conocida. El psicoanálisis aportó el concepto de ‘inconsciente’, que tuvo una enorme repercusión en la psicología y en todas las ciencias del espíritu. El psicoanálisis postula que hay fuertes impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual, que influyen en el comportamiento humano. Descubrió que estas tendencias son inconscientes y que crean conflictos entre el individuo y las normas sociales. El psicoanálisis fue también la primera escuela que comenzó a estudiar los sueños.
Además de ser un enfoque sobre el ser humano y su conducta, el psicoanálisis es también una forma de psicoterapia, cuya meta es que la persona comprenda sus impulsos inconscientes, y al comprenderlos gane en comprensión y libertad para actuar.
Casi en oposición al psicoanálisis, está el conductismo. El conductismo plantea que no vale la pena investigar lo que la gente ve o siente ni tampoco cómo piensa ni por qué, porque eso no sería científico, ya que no puede medirse en un laboratorio. Por lo tanto la escuela conductista se concentra en las conductas que sí se pueden observar, y por tanto medir. Ha hecho enormes aportes al aprendizaje, y también ha creado una serie de técnicas para terapia, que son de amplia aplicación.
Finalmente, la cuarta escuela de psicología es la humanista, cuya influencia va en aumento. La corriente humanista se ha preocupado más del interior del ser humano y de su potencial, y hace su trabajo especialmente con personas “normales”. Pone énfasis en la responsabilidad y el sentido de la vida, el crecimiento personal, la motivación, etc. Su principal exponente fue Abraham Maslow; de esta corriente derivan conceptos hoy tan comunes como autorrealización y desarrollo personal. Ha influido enormemente en la educación, las empresas, así como en la literatura de superación y autoayuda.
Pese a sus diferencias -como se desprende de este análisis-, cada una de estas escuelas ha contribuido a la comprensión del hombre y su conducta, y ha entregado también herramientas y elementos que permiten facilitar la vida, y acercarnos por lo tanto a un modo más sano de funcionar. HBC
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